domingo, 30 de septiembre de 2012

Diario Reflexivo. Semana 2


Esta ha sido mi segunda semana de practicas en el centro de Salud de Aldaia. Como la semana pasada, de 8 a 9 horas realizamos extracciones de sangre a todo aquel que debe hacérselas (ancianos, jóvenes y embarazadas). Sigo poniéndome nerviosa con las extracciones, puesto que me da la sensación de que no voy a encontrar la vena a la primera y tendré que volver a pinchar al paciente. Esta inseguridad ocasiona que dude mucho y que muchas veces recura a la enfermera para que me asegure que lo estoy haciendo bien. Aun así espero terminar aquí las prácticas con toda la seguridad que debo tener como futura enfermera. Todo es la práctica y ver que soy capaz.
Después de las extracciones, continuo en la consulta pediátrica de enfermería. Tres días fui con la enfermera Marta y dos días con la enfermera Pilar. Suelen ser siempre tres enfermeras, pero una de ellas está de vacaciones. Ya manejo bastante bien el Abucasis, incluso ya lo manejo sin la supervisión de las enfermeras. Un día le pedí a Marta que me dejara realizar una visita completa yo sola. Lo hice bastante bien, aunque en las preguntas tuvo que reforzarme Marta y ella también me vigilaba en las vacunas. Marta prefiere controlar todo lo que hago y asegurarse de que lo estoy haciendo como corresponde, todo lo contrario a Pilar. Ella me deja completamente sola en los momentos de consulta. Cierto es que no realiza las preguntas que hace Marta a los pacientes, solo apunta el peso, la talla, el PC, la TA y las vacunas administradas. En cuanto a los consejos les da unas hojas para que se lo lean. Marta también, pero se lo explica y les recalca lo más importante. No estoy reprochando ni diciendo que actitud es peor y cual mejor. Son formas de trabajar distintas que me hacen reflexionar en qué tipo de enfermera quiero ser.
Esta semana, he visto un reflejo rojo en los ojos de los bebes gracias a Fran (la doctora pediatra). Además, en una de las visitas, vino una familia de otro país (hindúes). Con esta visita me surgió la duda de si los niños tenían las vacunas necesarias que aquí se administran. Por ello, Pilar me dio el libro de vacunaciones para inmigrantes de la Generalitat Valenciana. Un libro muy interesante puesto que ves todas las vacunas que se administran aquí (según qué comunidad) y en cada país, además de las que necesitas si te vas fuera de España o de Europa.
Lo más destacable esta semana ha sido la urgencia de una niña de 5 años con una parada cardiaca, que yo no vi. No vi porque se fueron Marta y la pediatra, dejándome con unos pacientes en la consulta, sin decir nada para que estos no se enteraran mientras yo realice la visita (menos administrar vacunas, Marta quiere esta siempre delante). Cuando vi que tardaban una hora, llego otra doctora que me lo comento y Marta. Dije que quería ayudar y Marta me dijo que no. Cuando ya se llevo la SAMU  a la niña hora y media después y sin grandes esperanzas de sobrevivir, Marta me dijo que ya eran muchos allí. Esta niña era una paciente de Fran y Marta con un problema de corazón desde que nació, a la que no daban muchas esperanzas de vida, de hecho llamaron más tarde a la Fe, donde la llevaron la SAMU. No llego. Esto afecto mucho a Fran (puesto que “la había visto 1 hora antes y estaba perfecta”) y a algunas enfermeras. Al día siguiente era el tema de día, donde se veía que Fran seguía afectada, y comentaban que no estaban preparados para estos casos puesto que nunca tenían estos casos y no tenían el material necesario para niños para intubarlos. Además comentaban que la doctora de la SAMU era una desagradable y perdía los papeles (“yo no me llevo esto así” refiriéndose a la niña).
Desde mi punto de vista, esta semana ha sido llevadera, exceptuando el caso de la niña en el que considero que si era de esperar debían de haber enseñado a los padres a cómo actuar, ya que la trajeron en brazos sin respiración y creían que estaba respirando pero mal. Además, la actitud de la doctora de la SAMU  era desagradable y dejaba que desear por su posición. Ser un profesional sanitario requiere de vocación, paciencia y trabajo en equipo. Esta es mi reflexión y algo que quiero aplicar en mi futuro como enfermera y que creo que todos los profesionales deberíamos ser así.

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