domingo, 11 de noviembre de 2012

Diario reflexivo. Semana 8


Esta semana ha sido la última semana de prácticas en el centro de salud de Aldaia. Tengo que decir que han sido las prácticas de enfermería que más he disfrutado y donde más he aprendido (técnicas, y trato a pacientes y profesionales), más que en todas las que he hecho durante los anteriores cursos. No esperaba que estas prácticas me fueran a gustar tanto, pensaba que en el centro de salud no iba a aprender nada, que serian muy tranquilas, y estaba completamente equivocada. Creo que tenía un concepto equivocado del centro de salud, en parte porque nunca he tenido la necesidad de ir a uno y que me atiendan, y por otra parte, por los típicos comentarios de que en el centro de salud “las enfermeras no hacen nada” y “viven muy tranquilas porque son mayores y no tienen interés”, aunque nuestra profesora Francisca Anaya nos haya explicado mil veces las tareas de las enfermeras en estos centro. Ha que estar ahí para darse cuenta de cómo funcionan realmente las cosas y ver que se realizan toda clase de técnicas, por lo que es tan interesante como un hospital, con diferencias entre ambos, pero no por ello uno es menos importante que el otro.
Esta última semana ha sido diferente del resto, es decir, no estuve en un servicio fijo, sino que estuve en varios: como siempre en la zona de extracciones de 8 a 9 horas, en servicio de vacunación de la gripe, en el servicio de incidencias y en el servicio de consultas de enfermería para adultos. En todos los servicios realice las mismas técnicas que los días en los que estuve con anterioridad, pero ya con mas soltura puesto que me siento más segura conmigo misma y con los que hago por haberlo realizado más veces. En todos estos servicios he podido observar los diferentes tratos a los pacientes y las diferentes técnicas que los diferentes enfermeros llevan a cabo, es decir, he visto diferentes formas de trabajo. Tengo que decir que unas me gustan más que otras, en cuanto al trato al paciente, pero sigo sorprendida con que no realizan el cuidado de las ulceras con una razón científica, es decir, que cada uno cure como cree debida por que “cada maestrillo tiene su librillo”. Aunque he de decir, también, que esta semana he visto que tienen charlas para llevar el mismo procedimiento en estas curas.
El jueves realice una tarea completamente diferente a las que he realizado en este periodo de prácticas. Junto a mis compañeras Raquel y Natalia, realizamos un taller de educar en salud. Nuestro taller consistía en “La detección precoz del cáncer de mama”. Colgamos carteles por el centro del día y la hora en la que lo realizábamos, además se lo comentamos a enfermeras y médicos para que lo dijeran en consulta con bastantes días de antelación. El día del taller, estábamos en la biblioteca del centro donde esperamos a que acudiera la población interesada en este. Pero cuando llego la hora, no acudió nadie. Esperamos un rato por si alguien se había perdido, pero finalmente tuvimos que suspender la charla. Algo que realmente me supo muy mal, puesto que le dedicamos bastante tiempo a la preparación y búsqueda de información, y considero que el taller era muy interesante ya que siempre hay dudas sobre este tema. Los profesionales ya nos avisaron que la gente de Aldaia no era muy participativa con los talleres y las charlas, Esto lo sabían porque las enfermeras ya habían organizado en anteriores años bastantes charlas y solo acudían de 2 a 3 personas o incluso no acudía nadie y se tenían que cancelar. Por esta razón en el centro decidieron no realizar más charlas y dar toda la información y educación para la salud en las consultas. A pesar de todo esto, nosotras nos lo preparamos bastante bien, con un power point sobre el tema y ciertos materiales que conseguimos para poder informar  debidamente. Sinceramente, aunque no haya acudido nadie al taller, nosotras hemos aprendido bastante sobre este tema, ya que por lo menos yo, no sabía como se hacía una correcta exploración de la mama. Y por otro lado, hemos aprendido a realizar un taller para la población, puesto que no es lo mismo realizarlo para los compañeros que pueden entender mejor los conceptos científicos que la población, ya que para estos hay que utilizar un lenguaje más coloquial. Considero que nos es útil esta experiencia para cuando trabajemos en un centro de salud y tengamos que realizar educación a la salud tanto en colegios, institutos, residencias, asociaciones,… por lo tanto con este hemos adquirido una competencia también muy fundamental en enfermería, que es la comunicación con los ciudadanos.

Como forma de agradecimiento a los profesionales sanitarios del centro, el jueves llevamos un picoteo, puesto que además de enseñarnos todo lo que saben, se han portado muy bien con nosotras y nos han hecho sentir como parte del equipo.
Por último, el viernes fue el último día de prácticas, y estuve en las vacunas de la gripe, ya que era el último día de la campaña. Al finalizar, nos despedimos de todos los compañeros, muy agradecidas por la experiencia, apenadas por la despedida y no verlos más pero muy felices por terminar una etapa más de nuestra formación y vernos ya a las puertas de la finalización de nuestra carrera, y cada vez más cerca de ser enfermeras.
Tengo la esperanza de cuando sea enfermera trabajar en un centro como este, en el que todas se llevan muy bien y hay un buen ambiente de trabajo (aunque con los recortes ahora lo hay menos).

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